Capítulo 2
Antes
de seguir con la historia, me gustaría describir algunas características del
año 2435. La verdad es que muchos e increíbles avances tecnológicos se logrado
durante este periodo debido a la necesidad de proteger a los habitantes de la
tierra. Todo comenzó durante la segunda guerra mundial, científicos nazis experimentaron
algo que no debieron y eso causó daños colaterales que se desataron en el 2050
y terminaron repentinamente y sin explicación desde el 30 de Junio del 2099.
Debido a esto, las personas desarrollaron
maneras de contrarrestar aquellas amenazas. También se logró establecer
artificialmente una base en la luna gracias a las máquinas creadoras de oxígeno
en el año 2301, aunque no se ha dado el paso aún de llevar a las personas al
espacio para vivir. Aquella estructura en la luna, por ahora solo se utiliza
para misiones tripuladas, las cuales son para investigar más a fondo los tipos
de rocas lunares, pese a eso se intenta cada día lograr construir una ciudad en
ese lugar para que la gente pueda vivir allí.
Bueno, he contado todo eso y Joey aún no
despierta, no es que haya muerto tampoco, pero supongo que está bastante
aturdido debido a la explosión. De cualquier modo, tengo que rellenar espacio y
qué mejor manera que contando una historia. La misma me la contó mi maestro
hace mucho tiempo.
La historia trata acerca de un lugar muy
lejano en el año de 1942, donde vivió una familia de campesinos cuyo hijo era
muy fuerte. Dada esa fuerza, una organización extranjera le puso la vista
encima. Y un día, cuando aquella familia se levantó por la mañana, no se volvió
a saber más de él.
Quisiera seguir contando acerca de aquel
muchacho, sin embargo Joey está despertando.
Joey siente un calor inmenso y un fogaje
extremadamente insoportable, como si tuviese vapor súper caliente en todo el
cuerpo. Ahora está todo empapado, su ropa está hecha trizas y apenas puede
reconocer los alrededores. De momento, explicaré la situación desde un punto de
vista que describa lo que observa Joey.
Cuando Joey se reincorporó, se preguntó
por qué no ha muerto aún, han habido dos veces en las que ha perdido el
conocimiento, una de ellas, dejándolo muy mal herido. Sin embargo, ahora se
encuentra confundido ya que no siente dolor alguno en su cuerpo.
Joey trata de sacar conclusiones, pero no
demora mucho ya que a la distancia nota que hay alguien caminando entre las
llamas, se nota que está muy débil dada la forma de caminar dando un paso cada
5 segundos. Joey se alerta solo con mirar que dicha persona está cubierta de
fuego, está quemándose viva.
“¡Resiste!”
Fue lo único que logro gritar Joey cuando comenzó a correr en dirección de
aquella persona.
Entonces quien se encontraba cubierto de
llamas cayó tendido en el suelo y Joey acelera el paso, pero al llegar se tira
de rodillas en el suelo y comienza a llorar. Es un hombre de, a lo que calcula,
la misma edad que él. Entonces Joey toma su camiseta y trata de apagar el fuego
que lo consumía. Al terminar su labor, se le puede observar un rostro nítido
que no termina de concordar con la situación en la que estuvo.
Pasa un minuto y aquella persona tirada en
el suelo mira a Joey, él se da cuenta que dicha persona, quien debería estar
muerta y ahora sin fuego alguno ya que Joey se encargó de apagarlo voltea la
mirada en su dirección y dice: “Te
encontré.” Acto seguido, se desmayó.
Joey está realmente asombrado, alguien
normal debería estar hasta este punto, muerta. Sin embargo este extraño sujeto
solo quedó inconsciente.
Dada la situación, Joey, con el poco de
fuerza que le queda, toma a la persona e intenta cargar con él hasta encontrar
una estación de teletransportadores para logar ir a otra ciudad.
Han pasado 10 minutos de caminata entre
fuego y explosiones, aún quedan 10 minutos más para llegar a la estación más
cercana. En este punto del trayecto, Joey se da cuenta que quien lleva a sus
hombros se despierta.
“¿Puedes
caminar?” pregunta Joey con cara de agotamiento, el calor hace que Joey
esté muy agotado y a cada paso que da se siente peor.
“Estoy
fracturado, no me puedo mover… y tengo hemorragias internas,” fue lo que
respondió aquel sujeto apartando la mirada “no
lo lograrás, además”.
“No
digas tonterías.” replica con una sonrisa que trata de enfriar la
situación, en este ardiente caos… “Te
llevaré y llegaremos a un teletransportador, para salir de aquí”.
“No
podrás lograrlo… lo mejor será esperar la muerte aquí, el fuego pronto
alcanzará la fuente de energía de la ciudad, habrá una explosión de la que
nadie escapará” le advirtió.
“Es
por eso mismo que no quiero quedarme a averiguar lo que se siente.”
Respondió mientras seguía caminando.
En el centro de todas las ciudades se
colocó un generador de energía autónomo. Dicho generador se creó el año 2100 y
no utiliza ninguna energía más que la suya propia para generar más energía,
invención que, aunque costó mucho dinero, logró salvar a la humanidad de la extinción.
Sin embargo aunque dije invención, nadie sabe realmente quién los inventó… los
planos solo aparecieron un día de manera desconocida. Además, se sabe que
dichas máquinas, si sufren un percance que dañe su estructura, tendrán un
efecto parecido a una bomba nuclear. Por esa razón se colocaron debajo de las
ciudades, de esta manera, aunque la magnitud de explosión será la misma, las
posibilidades de que se dañe su estructura se reducen bastante.
“Esto
es algo que no puedes controlar.”
“¡No
me importa! ¡Cállate de una buena vez!” Responde Joey con un grito de
desesperación, de alguna manera siente que es su deber llevar a este
desconocido hasta la salida.
“Simplemente
tu fuerza no te llevará a ningún lado.”
Esta vez, Joey nota algo extraño con aquel
sujeto. Tenía tranquilidad, como si aceptara su muerte sin importancia alguna.
Además con todo lo que ha dicho está claro que quiere morir. Sin embargo, ya no
hay tiempo para investigar, han pasado los diez minutos que tendrían para
escapar. En ese mismo instante, Joey escuchó y sintió el estruendo más grande
el su vida, una explosión lo ciega, lo deja sordo, inmóvil. Y eso es lo último
que vio de su vida. La detonación de los generadores como una bomba nuclear.
Es momento de pasar a contar la historia
desde un lugar diferente en donde se encontraba Joey… ahora es un desierto, no
pierde la consciencia ni un segundo y aun así no supo lo que pasó. Además, al
mirar a los alrededores no reconoce para nada el lugar, pese a eso, no se
siente extrañado, sino frustrado. Al mirar a los alrededores, no encontró en
ningún lugar al sujeto que estuvo con él.
“Después
de todo lo que intenté, ¿no pude hacer nada?... ¡¿NO PUDE HACER NADA?!”
gritó con fuerza Joey, tanta fuerza que provocó eco en ese desierto.
¿Pero qué hace Joey en un desierto?
Lamentablemente, aunque sepa la respuesta, no puedo contarlo, es el método para
mantener la incertidumbre. Imaginen que estén tranquilos viendo una película,
por ejemplo, y de repente alguien de la nada comienza a contar el final en vez
de dejar que se disfrute el momento. Obviamente provoca un sentimiento de
frustración, eso es lo que no quiero que sientan ahora, pero la respuesta la
sabrán después. Aunque hablando de frustración, es una palabra que puede
definirse como “el sentimiento de tristeza o decepción que provoca no lograr
algo”, justo lo que Joey sentía aquel instante. Hasta la persona más malvada
sabría de lo que estoy hablando. Sin embargo, pese a que Joey sentía que era la
frustración lo que lo bañaba, se sentía muy material, con esto me refiero a que
era como si lo mojara de verdad. Pero ahora que pudo fijarse mejor, aquello que
lo bañaba era agua.
“¿Por
qué no morí yo también?”. Eso fue lo que Joey comenzó a preguntarse al
percatarse del agua alrededor.
“Pensándolo
mejor, las veces anteriores en las que perdí la consciencia, era agua lo que me
cubría. Además, en la preparatoria, el agua solo se intensificaba en donde yo
pasaba…” Las dudas comienzan a resonar en la mente de Joey. Además, el agua
es lo más destacable en la historia, ni siquiera el gran incendio que calcinó
toda una ciudad entera es tan extraño como los sucesos relacionados con agua
aun con toda la tecnología de esta era. Sin embargo, no es momento de sacar
conclusiones apresuradas, una persona acaba de morir… no, miles de personas
acaban de morir a causa de un incendio a gran escala y el único superviviente
ahora está en un aprieto.
Joey no debe estar preocupándose ahora del
problema del agua, sino de saber en qué lugar se encuentra… claro, obviamente
es un desierto, ¿pero cuál desierto? Sería bastante raro que “mágicamente” o
por “gracia divina” haya aparecido en un desierto de Egipto.
Mientras Joey sigue pensando en agua, y no
me refiero solo a sucesos extraños sino
también por el calor y la sed, le da por voltearse a ver lo que ocurría a sus
espaldas.
Cabe destacar que al voltearte a mirar en
un desierto, no esperas encontrar nada, pero este no es el caso. Ni siquiera es
el agua que tanto quiere y que no aparece cuando más se necesita. Es, nuevamente,
fuego…
¿Preocupación? ¿Quién conoce esta palabra?
La palabra correcta para utilizar en esta situación es HORROR. Al mirar hacia
atrás, Joey observa claramente que hay un objeto volador no identificado
acercándose hacia él. No es un OVNI cualquiera puesto que está cubierto de
fuego.
En ese momento Joey comienza a correr a
una velocidad increíble, ni siquiera se da cuenta a qué velocidad corría, se
compara con la rapidez en la que se rompe el corazón de un hombre cuando le
dicen: “te quiero, pero como amigo”. Bueno, no es tan rápido.
A pesar de la velocidad que llevó Joey, no
fue suficiente como para lograr escapar de esa cosa que ya estaba al frente de
él. De hecho, para sorpresa de Joey, tal cosa no era una nave, sino una persona
envuelta en llamas que podía volar. El mundo no puede estar más loco.
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